Un león, un toro y un chivo solían vivir juntos y eran los mejores amigos. Pasaban el tiempo juntos, compartían sus alimentos y se cuidaban mutuamente. Formaban un trío inusual pero fuerte.
Un día, el león comenzó a pensar que su amistad con el toro y el chivo podría estar poniendo en peligro su posición de rey de la selva. El león era el más fuerte de los tres, pero temía que, si surgía algún conflicto entre ellos, sus amigos podrían unirse para derrocarlo. Esta idea lo atormentaba y lo hacía sentir inseguro.
Entonces, el león ideó un plan astuto.
- Les dijo a sus amigos que tenía un sueño, en el que una voz le advertía que debía sacrificar al toro para evitar una catástrofe inminente. El toro, confiando en su amigo el león, aceptó su destino triste y se ofreció a ser sacrificado por el bienestar de todos.
Cuando el león estaba a punto de matar al toro, el chivo, que había estado observando la situación con sospechas, interrumpió y preguntó al león si podía hacer una última petición antes de que se llevara a cabo el sacrificio. El león, creyendo que no había nada que el chivo pudiera pedir que cambiara su decisión, aceptó la solicitud.
El chivo entonces pidió que le ataran al toro y, después, que lo sacrificaran. El león, confundido, accedió a la petición del chivo. Sin embargo, una vez que el toro y el chivo estuvieron atados juntos, el chivo se soltó rápidamente y saltó a un lugar seguro. El toro también aprovechó la oportunidad y huyó.
El león, enfurecido y avergonzado por su propio engaño, se dio cuenta de que había perdido a dos amigos leales por su propia paranoia. Aprendió la lección de que la verdadera amistad no se basa en la desconfianza y las sospechas infundadas, y que sus propios miedos lo habían llevado a actuar de manera traicionera.
La moraleja de esta fábula de Esopo el león el toro y el chivo
Es que la desconfianza y la traición pueden destruir incluso las amistades más sólidas. Es importante ser honesto y leal en nuestras relaciones, y no dejar que el miedo o la inseguridad nos lleven a actuar de manera perjudicial hacia aquellos que confían en nosotros.