Un día un mosquito se acercó a un león y le dijo:
– No te tengo miedo y no eres más fuerte que yo. Si lo crees, te equivocas, ¿tú solo sabes arañar y morder? ¡Eso también lo hace una mujer para defenderse de un ladrón! Soy más fuerte que tú, si quieres te lo demuestro ahora, desafiándote a un combate.
Haciendo sonar un zumbido, el mosquito fue directo hacia el león, picándole varias veces alrededor de la nariz, donde no tiene pelo.
El león comenzó a arañarse con sus garras, hasta que desistió. El mosquito orgulloso hizo sonar su zumbido y sin darse cuenta se enredó en una tela de araña.
Mientras que la araña lo devoraba, él se lamentaba porque había luchado contra los más poderosos, ganándolos fuese a parar a manos del animal más insignificante, la araña.
Moraleja de la fábula de Esopo: El león y el mosquito
No importa lo importante que sean tus metas, ten cuidado que tu orgullo sea más grande de lo que has conseguido y lo arruine todo