El camello y la pulga

Al que ostenta valimiento,

cuando su poder es tal

que ni influye en bien ni en mal,

le quiero contar un cuento.

En una larga jornada

un camello muy cargado

exclamó, ya cansado:

—¡Oh que carga tan pesada!

Doña Pulga, que montada

iba sobre él, al instante

se asoma, y dice arrogante:

—Del peso te libro yo.

El Camello respondió:

—Gracias, señor Elefante.

Fábula de Samaniego

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