Dicen que los cisnes cantan antes de morir, un día un hombre se encontró con un cisne que estaba a la venta, recordando que había escuchado que era un animal que tenía una bella voz, decidió comprarlo.
Un día, en una cena que estaba dando el hombre, trajo al cisne y le rogaba que cantará para ellos durante la velada, el cisne no hizo nada y se mantuvo en silencio.
Una tarde el cisne pensando que su muerte estaba cerca, tristemente comenzó a cantar su hermosa melodía. El dueño al escucharlo, le dijo:
– Sólo cantas cuando vas a morir, fui tonto al rogarte que cantarás, tenía que amenazarte.
Moraleja de la fábula de Esopo: El cisne y su dueño.
Muchas veces tenemos que hacer a la fuerza, lo que no quisimos hacer a buenas.