Un ratón se hizo amigo de una rana, para su desgracia. La rana, ató la pata del ratón a la suya, ocultando sus intenciones para burlas futuras. Fueron juntas a dar un paseo por tierra para comer trigo, y luego se acercaron a la orilla del pantano.
La rana, entonces dio un gran salto y arrastró al ratón hasta el fondo del pantano, mientras la rana descansaba en el agua y lanzaba sus feos gritos; el ratón se ahogó, quedando a flote atado a la pata de la rana. Un milano que volaba por ahí, atrapó al ratón arrastrando consigo a la rana, que también sirvió de cena junto al ratón.
Moraleja de la fábula de Esopo: El ratón y la rana
Las acciones que se hacen con intenciones de maldad oculta, siempre termina en contra del mismo.