Una corneja que ofrecía un sacrificio a Atenea invitó a un perro al banquete, le dijo el perro:
– ¿Por qué malgastes tus bienes en sacrificios tan inútiles? Pues deberías de saber que la diosa te desprecia hasta para quitar toda solvencia a tus presagios.
Entonces la corneja replicó:
– Por eso es que hago estos sacrificios, porqué sé que está enfadada conmigo y deseo su reconciliación.
Moraleja de la fábula de Esopo: El perro y la corneja
Cuando desees que los más alejados te escuchen, debes llamarlos con más fuerza.