La corneja y el cuervo

Una corneja sentía celos hacia los cuervos porque ellos daban presagios a los hombres, les predecía el futuro, y por eso los ponían como testigos. La corneja quería tener las mismas cualidades y viendo pasar a unos viajeros, se subió a un árbol y empezó a lanzar horribles gritos.

Al oír aquellos, los viajeros dieron la vuelta asustados, excepto uno que le dijo a los demás:

–          Amigos, estad tranquilos, esta ave es solo una corneja, sus gritos no son presagios.

La corneja y el cuervo

Moraleja de la fábula de Esopo: La corneja y el cuervo

Cuando se quiere presumir sin tener capacidades ante los más preparados, no sólo no se les podrá igualar, sino que se quedará en ridículo.

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