Una serpiente entró en el taller de un herrero, y les pidió a todas las herramientas algo de caridad. Después de recibir algo de todas, sólo faltaba la lima, y le suplicó que le diera algo.
– Estás muy equivocada –respondió la lima- si crees que te daré algo.
Moraleja de la fábula de Esopo: La víbora y la lima.
No esperes algo de alguien que sólo vive de quitarle a los demás.