Las liebres discutían en la reunión y decían que todos deberían ser iguales. Entonces los leones replicaron:
- Queridas liebres, sus palabras sin duda algunas son buenas, pero ustedes no tienes garras ni colmillos como nosotros.
Moraleja de la fábula de Esopo: Las liebres y los leones.
Tenemos que aceptar que todos tenemos diferentes cualidades.